miércoles, 1 de mayo de 2013

Iniciativa Satoyama: Trabajo y Ambiente van de la mano

El Ministerio de Ambiente de Japón promueve la Iniciativa Satoyama en distintas partes del mundo, con la colaboración de Naciones Unidas. Esta propuesta apunta a mejorar el bienestar general a través del aprovechamiento sustentable de la naturaleza, lo que significa fuentes de trabajo genuino, producción estable de alimentos y conservación de los ecosistemas.


Esta iniciativa comenzó en 2010 en una convención internacional que tuvo lugar en Japón. Ahí, el gobierno japonés, con la cooperación del Instituto Universitario de Estudios Avanzados de Naciones Unidas con sede en Yokohama, propuso estudiar y fomentar aquellas experiencias positivas donde las comunidades utilizan los servicios del ambiente (alimentos, regulación del clima, agua potable, medicina, energía, recreación, identidad, etc.) y al mismo tiempo protegen la biodiversidad.

La palabra satoyama ya denota una relación armoniosa con el ambiente. Viene de sato 郷 (pueblo) y de yama 山 (montaña en el sentido más amplio que abarca los bosques y las praderas que rodean al pueblo). Con esta palabra, el programa incluye distintos tipos de ecosistemas donde las comunidades conviven de una forma similar con la naturaleza.
Se trabaja sobre tres dimensiones:
1. Garantizar la biodiversidad y los servicios ambientales
2. Integrar los saberes tradicionales con las ciencias modernas para promover innovaciones
3. Explorar nuevas formas de co-gestión, respetando por ejemplo el uso comunitario de la tierra. 
En la práctica, esto significa un compromiso multisectorial donde no sólo se involucran los habitantes o propietarios de la tierra sino también todos los que se benefician de los servicios que brinda ese ambiente, como por ejemplo empresarios que comercian madera del lugar, u obtienen otras materias primas para sus industrias, o los propios pueblos vecinos y gobernantes que gozan de un ambiente sano.
Los principios de la Iniciativa Satoyama son:
• Usar los recursos en la medida en que la naturaleza pueda regenerarlos o depurar la contaminación resultante
• Pensar en ciclos y no en producciones lineales
• Valorar y respetar las culturas locales
• Promover la participación de todos los sectores sociales
• Ayudar a reducir la pobreza, mantener la biodiversidad, fortalecer a la comunidad y asegurar la soberanía alimentaria. 
Hay ejemplos interesantes en Japón, Malasia, España y otros países. En la Argentina, está presente en Misiones, en Andresito, junto a la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA), a través del sistema de chacras, se puede combinar producción familiar de alimentos, con ganadería, bosques madereros, eco-turismo y conservación de humedales y selva tropical.

Más información: http://satoyama-initiative.org/

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